Zidane se movía con la prestancia de un torero. Con una maestría y sofisticación técnica, él orquestaba el juego con inspiración divina. Sus pases eran una obra de arte, como pinceladas magistrales en un tapiz https://mariyahxtrl131139.blog2freedom.com/38620277/el-momento-más-famoso-de-zidane-su-cabezazo